La generación hidroeléctrica de la región es su superpotencia.
La energía hidroeléctrica representa 2/3 de la generación eléctrica del estado de Washington y el 90% de la energía renovable del Noroeste. Como resultado, el noroeste del Pacífico cuenta con la red eléctrica con menos emisiones de carbono de los EE. UU., la energía renovable menos costosa del país y la carga energética más baja del país.
Las represas de la parte baja del río Snake son una parte importante de esta ecuación. Estas cuatro represas hidroeléctricas están ubicadas en el este de Washington, pero proporcionan millones de megavatios-hora de electricidad asequible, confiable y sin emisiones de carbono a todo el noroeste del Pacífico.
Estas represas desempeñan un papel clave para llenar los vacíos de energía eólica y solar, proporcionan riego muy necesario para los agricultores y respaldan la economía comercial del estado de Washington al transportar el 10% del trigo de Estados Unidos al puerto. Se han actualizado con los sistemas de paso de peces más avanzados del mundo y son esenciales para ayudarnos a cumplir con nuestros objetivos de reducción de emisiones a medida que nuestra región y país trabajan para enfrentar los impactos del cambio climático.
A pesar de estos hechos, la Senadora Patty Murray y el Gobernador Jay Inslee iniciaron un proceso para ver si los servicios provistos por las represas pueden ser reemplazados debido a las preocupaciones sobre los bajos rendimientos del salmón.
Los hallazgos del informe fueron reveladores. Las estimaciones para reemplazar los beneficios que las represas brindan a los residentes del noroeste oscilaron entre $ 10 mil millones y $ 27 mil millones, y el informe reconoce que omitió algunas cosas importantes. Muchos expertos de la industria creen que la importancia de estas represas supera con creces los $ 27 mil millones.
En 2020, el gobierno federal estimó que reemplazar las represas con una combinación libre de carbono de baterías solares y de escala de servicios públicos podría aumentar el costo de la energía vendida por la Administración de Energía de Bonneville (BPA) hasta en un 50%. Para las empresas de servicios públicos, esto significa pasar mayores costos a sus clientes.
Nuestra ya frágil red se enfrenta a desafíos y amenazas únicos. Eliminar las represas de la parte baja del río Snake no solo crearía desafíos aún mayores, sino que su pérdida perjudicaría nuestros esfuerzos por mantener la energía cuando más la necesitamos.
Además, la pérdida de las represas de la parte baja del río Snake hace que sea prácticamente seguro que los operadores de la red se verán obligados a continuar utilizando la generación de carbón o gas natural durante años más de lo permitido por las leyes de energía limpia de Washington para evitar apagones.
A pesar de estos enormes impactos negativos en el precio de la energía, que socavan la confiabilidad y nos alejan de cumplir con nuestros objetivos climáticos, muchos todavía quieren eliminar las represas de la parte baja del río Snake. Si bien el borrador del informe del Senador Murray y el Gobernador Inslee no pedía la remoción, estarán bajo una tremenda presión para tomar esa posición en las próximas semanas y meses.
Por eso animamos a nuestros miembros a hacer oír su voz. Independientemente de su opinión, le recomendamos que envíe sus comentarios a senador murray, Gobernador Inslee, y su congresista directamente. Este enlace lo hace fácil: https://secure.everyaction.com/QmoPXvGNUUuD04QB2JiiZQ2
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